El síndrome de burnout o síndrome del trabajador quemado ocurre cuando la presión del trabajo o el estrés alcanzan un punto de inflexión: se vuelven excesivos o duran demasiado tiempo. Si bien el agotamiento mental es sorprendentemente común (el 71 % de los trabajadores del conocimiento padecieron agotamiento al menos una vez en 2020), tú, como gestor de proyectos, tienes la posibilidad de prevenirlo y revertirlo. Sigue leyendo y descubre cuáles son los síntomas y las causas del síndrome de burnout o síndrome del trabajador quemado y, lo que es más importante, cómo prevenirlo. Actualización 28/03/24: En esta actualización hemos añadido información que te ayudará a entender mejor el burnout.
Como líder de un equipo, lo que menos quieres es que algún integrante presente burnout o síndrome del trabajador quemado. Pero cualquiera puede sufrir agotamiento en el trabajo y a veces puede ser difícil de detectar. De hecho, el síndrome de burnout o del trabajador quemado está recogido como un riesgo laboral de carácter psicosocial en la Ley de Prevención de Riesgos en España y es, a menudo, una de las causas del absentismo laboral.
Si tomas las medidas preventivas correctas y brindas el apoyo adecuado, puedes evitar el síndrome de burnout en el equipo antes de que se produzca. O bien, si los miembros del equipo ya “están quemados”, puedes ayudarles para que recuperen el equilibrio. Descubre en este artículo cuáles son los síntomas, los factores de riesgo y cómo prevenir el síndrome de burnout en el trabajo.
El significado de "burnout" viene del inglés, y quiere decir "estar quemado". El burnout es el agotamiento mental que se padece cuando te sientes emocional, física o mentalmente exhausto o "quemado", y es la consecuencia de la sobrecarga de trabajo. Sientes esa sobrecarga cuando el trabajo es demasiado complicado, tienes mucha cantidad o cuando trabajas durante mucho tiempo seguido.
El síndrome de burnout fue descrito por primera vez por Herbert Freudenberger en 1974, quien introdujo este concepto de burnout describiéndolo como una “sensación de fracaso y una existencia agotada o gastada que resultaba de una sobrecarga por excesivas exigencias de energías, recursos personales o fuerza mental del trabajador”. Algunos años más tarde, Maslach y Jackson profundizaron en el concepto del burnout desde una perspectiva tridimensional caracterizada por los siguientes síntomas del burnout:
Agotamiento mental y físico. Cuando alguien del equipo experimenta agotamiento mental tiene la sensación de no poder dar más de sí mismo.
Despersonalización. La pérdida de motivación puede conllevar una despersonalización en la persona que sufre el síndrome de Burnout. El integrante del equipo comenzará a actuar con frialdad, estará más irritable y hablará de forma despectiva de otros compañeros.
Insatisfacción profesional y descenso en la productividad. En este ámbito del síndrome de desgaste profesional sucede que el trabajador siente que no es capaz de cumplir las exigencias que se le establecen.
El estado de agotamiento mental y físico que produce el burnout, ha sido clasificado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como un fenómeno ocupacional que es consecuencia del estrés laboral crónico.
Cualquiera puede sufrir los síntomas del síndrome de burnout y es, además, uno de los riesgos laborales más frecuentes. Según el Índice de la anatomía del trabajo, el 71 % de los trabajadores han padecido síntomas de burnout al menos una vez en 2020. De esos trabajadores, casi la mitad de los encuestados (el 46 %) manifestó que sentirse con mucha carga de trabajo había sido el factor determinante que contribuyó al desgaste profesional o burnout.
Ahora que ya sabes qué es el síndrome de burnout aprende a distinguir sus síntomas y comprende las distintas fases por las que pasa una persona que acaba sintiéndose quemada en el trabajo. Cuando sabes qué es el burnout es mucho más fácil detectarlo e impedir que ocurra.
Lee: ¿Sobrecarga de trabajo? Estrategias para ayudar a equipos e individuos a recuperar el equilibrioEl síndrome de burnout laboral no debe confundirse con el estrés, aunque ambos pueden manifestarse en el entorno laboral. La respuesta a la presión y al estrés varía entre individuos, dependiendo en gran medida de su personalidad. Algunas personas encuentran que el estrés en dosis moderadas puede ser beneficioso, impulsándolos hacia la productividad y la motivación.
Sin embargo, cuando la presión y el estrés se vuelven abrumadores, pueden desencadenar el síndrome de burnout. En tales casos, el agotamiento mental se convierte en una carga tan pesada que la persona se siente completamente exhausta y desbordada. Aunque los efectos del estrés pueden variar según la persona, el síndrome de burnout siempre resulta perjudicial e inevitablemente conlleva consecuencias negativas para la salud y el bienestar del individuo.
Al igual que el estrés, el síndrome de burnout se manifiesta de maneras diferentes dependiendo de cada persona y de las condiciones de trabajo. A pesar de que normalmente asociamos los síntomas del burnout con los síntomas del agotamiento emocional, en realidad puede afectar la calidad de vida en varios aspectos, incluida la salud física. A continuación, enumeramos algunos síntomas comunes del burnout:
Agotamiento mental.
Sentir pavor por el trabajo.
Actuar con cinismo.
Trabajar con irritabilidad o enojo.
Desmotivación o desinterés.
Sentirse incapaz de afrontar nuevos retos.
Procrastinar sin control.
Desidia.
Cansancio por estrés, agotamiento físico y pérdida de energía.
Estrés y ansiedad crónica.
Malos hábitos de sueño.
Problemas de salud repentinos y frecuentes, desde dolores de cabeza y resfriados hasta enfermedades mentales como la depresión y la ansiedad.
Agotamiento emocional.
Cinismo e irritabilidad o enfado en el trabajo.
Sentir súbita e intensamente que te disgusta tu trabajo.
Sentimientos de desesperanza en el trabajo.
Sensación de tener que aislarse de los demás.
Creer que eres incapaz de hacer frente a nuevos desafíos, baja autoestima.
Una herramienta fundamental utilizada por los profesionales de la salud para identificar el síndrome de burnout es el Maslach Burnout Inventory (MBI). Este instrumento psicológico consiste en un cuestionario diseñado para evaluar los niveles de agotamiento emocional, despersonalización y realización personal en el individuo.
El MBI presenta una serie de enunciados que abordan los pensamientos y sentimientos del trabajador en relación con las tareas que realiza. Originalmente desarrollado para detectar el burnout laboral en profesionales del sector de la salud, el MBI ha demostrado ser una herramienta versátil, adaptándose con el tiempo para evaluar el síndrome de burnout en otros contextos laborales, como el educativo, así como en estudiantes universitarios.
Este cuestionario ofrece una evaluación sistemática y objetiva de los síntomas del burnout, permitiendo a los profesionales de la salud identificar y abordar de manera efectiva este problema. Además, su adaptabilidad a diferentes sectores laborales lo convierte en una herramienta valiosa para detectar y prevenir el agotamiento emocional en diversos entornos profesionales.
Lee: El secreto para dejar de procrastinar en el trabajoAsí como existen diferentes síntomas del estrés laboral, también hay una gran variedad de causas del síndrome de burnout. En general, todas las causas llevan a un punto de inflexión que termina en burnout: cuando la intensidad del estrés y la presión en el ámbito laboral es excesiva o cuando permanece durante demasiado tiempo.
En particular, puedes estar en riesgo de padecer síndrome de burnout si experimentas lo siguiente:
Poco o nada de control sobre la cantidad de trabajo que realizas.
Poco o nada de reconocimiento cuando haces un buen trabajo.
Expectativas laborales poco claras.
Expectativas laborales desproporcionadas o demasiado exigentes.
Un ambiente laboral con muchas presiones.
Demasiado trabajo, en particular cuando te deja poco tiempo para hacer lo que te gusta fuera de la vida laboral.
La buena noticia es que un buen liderazgo puede evitar o revertir las causas del síndrome de burnout. Aquí es donde tú entras en juego. Comprender bien de qué se trata el síndrome de burnout laboral y agotamiento profesional es solamente una pieza del rompecabezas. Si eres líder de un equipo puedes poner en práctica estrategias y herramientas para combatirlo.
La verdad es que cualquiera puede padecer burnout laboral. Independientemente de que a tu trabajo lo ames o solamente lo toleres, de que trabajes desde la oficina o desde casa, si trabajas con demasiada intensidad o durante mucho tiempo, puedes sufrir burnout.
El burnout no sólo se produce en el trabajo. Puedes sufrirlo en cualquier aspecto de la vida. De hecho, los padres o quienes están a cargo de recién nacidos con frecuencia manifiestan sentir síntomas de estrés y ansiedad. A pesar de que en este artículo nos centramos en el burnout laboral, algunas de las estrategias mencionadas, también te pueden ayudar a mitigar los factores estresores que generan burnout fuera del trabajo, en este caso en tu vida personal.
Lee: Cómo evitar el agotamiento en un mundo de trabajo distribuido (artículo en inglés)El síndrome de burnout es un proceso que atraviesa varias etapas, cada una con sus propias características y desafíos. Reconocer estas fases no solo es crucial para aquellos que experimentan el burnout, sino también para los líderes de equipo, ya que les permite intervenir tempranamente y prevenir que la situación empeore. A continuación, exploraremos con mayor profundidad las cinco fases del burnout:
En esta etapa, el trabajador se encuentra en un nuevo proyecto o empleo y experimenta un alto nivel de entusiasmo. Las expectativas son altas, y la motivación es palpable. Sin embargo, este entusiasmo puede ser efímero si no se maneja adecuadamente.
A medida que avanza el tiempo, el trabajador comienza a enfrentarse a demandas y desafíos que ponen a prueba su capacidad. En esta fase, surgen dudas sobre su competencia para enfrentar eficazmente estas demandas, lo que conlleva a sentir estrés y ansiedad.
Aquí es donde el síndrome de burnout comienza a manifestarse de manera más evidente. La frustración se apodera del individuo, y la motivación inicial comienza a desvanecerse. El trabajador puede sentirse abrumado por las exigencias del trabajo y puede experimentar dificultades para mantener su nivel de rendimiento.
En esta fase, el trabajo pierde su significado y propósito. El individuo experimenta una profunda falta de realización profesional y puede comenzar a desvincularse emocionalmente de sus responsabilidades laborales. Esto se refleja en una disminución significativa en la productividad y un marcado desinterés por las tareas laborales.
Esta es la fase más crítica del síndrome de burnout, donde las consecuencias del agotamiento mental y emocional son más evidentes. El individuo puede experimentar un colapso completo, manifestado en síntomas físicos y emocionales graves. En este punto, es común que el trabajador se ausente del trabajo o busque un cambio radical en su situación laboral para intentar recuperarse.
Reconocer estas fases y actuar en consecuencia es esencial para abordar el síndrome de burnout de manera efectiva. Los líderes de equipo y los profesionales de recursos humanos tienen un papel fundamental en la implementación de estrategias preventivas y de intervención que protejan la salud y el bienestar de los trabajadores en todas las etapas de su carrera profesional.
Plantilla gratuita para preparación de empleados nuevosTanto si eres el líder del equipo como si eres un integrante del mismo, te interesará conocer cómo prevenir el síndrome de burnout para evitar situaciones conflictivas e incluso problemas de salud.
Una de las mejores cosas que puedes hacer como líder de un equipo, es promover la salud laboral y prevenir el síndrome de burnout laboral. Hay una gran variedad de herramientas, estrategias y conversaciones que puedes implementar o poner en práctica con el equipo para tomar medidas contra el agotamiento en el trabajo.
Es mucho más fácil prevenir el síndrome de burnout que solucionarlo una vez que ya se produjo. Para cuando te das cuenta, ya es muy difícil revertirlo. En cambio, actúa con proactividad con respecto a la cantidad de trabajo del equipo y controla su capacidad productiva siempre que puedas. Pon en práctica la planificación de la capacidad productiva y la gestión de recursos para prevenir la sobrecarga laboral y asegurarte de que los miembros del equipo no se sientan sobrepasados en su jornada laboral.
Lee: Si te gusta maximizar los resultados del equipo, te encantará la asignación de recursosEs esencial que hables con tus empleados, pero también puedes actuar con proactividad y observar la cantidad de trabajo que tienen asignado. Las herramientas para gestión de recursos ofrecen una vista panorámica de las tareas de todos en un solo lugar. De este modo, puedes captar si alguien tiene demasiado trabajo y redistribuir ese trabajo en caso de ser necesario.
El seguimiento de la gestión de recursos es una cosa, pero no olvides reunirte con los integrantes del equipo con regularidad y preguntarles cómo se sienten para prevenir y realizar una detección temprana del síndrome de burnout. Puede haber momentos en los que una tarea les lleve más tiempo del esperado o pueden estar pasando por momentos personales difíciles que los vuelven menos productivos.
Si todavía no lo has hecho, organiza reuniones individuales semanales o cada quince días con los miembros del equipo para hablar sobre cuáles son sus prioridades, cuál es la capacidad productiva y por cualquier otra duda que puedan tener. Durante estas sesiones, también será útil que aclares cómo se vincula su trabajo con los objetivos más amplios de la empresa o del equipo. Al brindar esa claridad, los miembros del equipo tendrán oportunidad de priorizar mejor el trabajo. También puede aumentar la motivación porque entienden qué lugar ocupa su trabajo en el panorama general.
Lee: Por qué las reuniones individuales son cruciales para el éxito de tu equipoLos buenos jefes de proyecto se ocupan del síndrome de burnout y lo previenen. Pero si ya padeces agotamiento mental y físico y quieres revertirlo, hay dos medidas que puedes tomar para reducir el impacto que tenga en tu vida: revertir el burnout laboral y desarrollar resiliencia.
El primer paso y el más importante es revertir el impacto del burnout. Entonces, una vez que hayas vuelto a pisar suelo firme, podrás implementar estrategias para desarrollar tu resiliencia y evitar recaer en el síndrome de burnout.
Hay una gran variedad de estrategias para revertir el síndrome de burnout. La que funcione mejor para tu caso dependerá de tu situación particular y de tu personalidad. Pero no te ates a una única estrategia. Prueba estas estrategias combinadas con otras para que los resultados sean mejores.
¿Te sientes quemado en el trabajo? Prueba con lo siguiente:
Programa descansos. El síndrome de burnout se produce porque has estado con fatiga crónica y cansancio emocional. Probablemente tengas mucho trabajo y sientas una gran presión para terminar todo. Para empezar a contrarrestar el burnout, programa descansos a lo largo del día. Pueden ser breves, como tomarte cinco minutos para ir hasta la cocina y preparar un café u otros cinco minutos para caminar un poco y tomar algo de sol. De ser posible, desconéctate de la tecnología durante los descansos para darle a la mente un momento para relajarse.
Marca los límites. Todas las causas del burnout tienen algo en común: la presión externa. Una de las mejores maneras de revertir el síndrome de burnout es poniéndote límites a ti mismo. Si puedes, elige una hora para desconectarte del trabajo todas las tardes. Intenta desactivar las notificaciones durante los fines de semana para que no sientas la tentación de responder a los mensajes. Juliet Funt, directora general de WhiteSpace at Work, recomienda también marcar límites físicos. Por ejemplo, al final del día, guarda todos los elementos relacionados con el trabajo en una caja o cajón. Dice, “Ponlas ahí adentro y déjalas reposar mientras tú también descansas”.
Coge algún día libre. Tal vez no sea una opción para ponerla en práctica inmediatamente, pero tomarte algunos días de vacaciones sería excelente para relajarte y recargar energías y prevenir el síndrome de burnout. Aunque cojas un solo día o medio sin trabajar, será la oportunidad perfecta para dedicarte algo de tiempo a ti mismo. Cuando cojas algún día libre, no olvides avisar a tu supervisor que no estarás en línea ni disponible de ninguna otra manera. En caso de que sí tengas que estar disponible durante parte de tu tiempo de descanso, asegúrate de marcar bien los límites sobre cuál será esa disponibilidad.
Cuídate. Con mucha frecuencia, el síndrome de burnout surge porque dedicamos demasiado tiempo al trabajo y nada a nosotros mismos. En cambio, tómate algo de tiempo para ocuparte de ti mismo. Haz algo que te guste y fíjate si puedes dejar de pensar en el trabajo durante una hora, una tarde o un fin de semana completos. No olvides dormir lo suficiente y tampoco, dedicar tiempo a tus seres queridos. Si puedes, intenta vivir lo cotidiano con conciencia plena mediante prácticas como el yoga o la meditación. También puedes solicitar ayuda a profesionales de la salud o acudir a terapia psicológica. Todo esto puede resultar útil para combatir las situaciones de estrés y mejorar el bienestar y tu estilo de vida.
Cualquiera puede padecer síndrome de burnout; solamente porque lo venciste una vez no significa que no pueda volver. Para evitar que suceda, da los siguientes pasos:
Forja buenas relaciones en el entorno laboral. Muchas veces, el burnout se produce porque estás aislado y, a la vez, bajo mucha presión. Una buena opción para fortalecer la resiliencia con el fin de prevenir el agotamiento es cultivar las buenas relaciones en el trabajo. De este modo, si las presiones empiezan a acumularse, tendrás el apoyo social de tus compañeros para que te ayuden, aunque más no sea con una taza de café y una charla agradable.
Alinea el trabajo con los objetivos. Es fundamental para prevenir el síndrome de burnout. Si bien alinear el trabajo con los objetivos no significa, necesariamente, que no vayas a tener mucho trabajo más adelante, sí implica que tendrás una idea clara de por qué tu trabajo es importante. Cuando entiendas a qué contribuyes con tu trabajo, será más fácil entender qué lugar ocupa cada tarea específica de un proyecto en el esquema general de planificación de la organización. Además, si la presión se acumula y necesitas deshacerte de algo de trabajo, puedes priorizar las tareas más importantes con efectividad sin preocuparte por no cumplir con los objetivos.
Encuentra el equilibrio entre la vida privada y el trabajo. Cuando tu vida profesional no está en equilibrio con la personal, hay más riesgos de sufrir síndrome de burnout. Además de dormir lo suficiente y de vincularte con las personas que amas, no olvides dedicar tiempo a tus propios intereses fuera de tus funciones de tu puesto de trabajo. Haz cosas que disfrutes, puedes leer un libro, encontrarte con amigos, desarrollar la creatividad, practicar un deporte o cualquier otra actividad. Es como si diversificaras inversiones, pero en este caso en lo que inviertes es en tus propios intereses.
La carga de trabajo puede manifestarse tanto a nivel físico como mental, dependiendo de la naturaleza de la labor desempeñada por el trabajador. En el aspecto físico, puede traducirse en dolores físicos, incluso para aquellos que trabajan en entornos de oficina debido a posturas constantes.
La transición al teletrabajo, impulsada por circunstancias improvisadas, ha comprometido la comodidad del espacio laboral, afectando la salud física de muchos empleados que carecen de las condiciones óptimas para trabajar desde casa.
Engloba todo esfuerzo no físico y puede tener consecuencias devastadoras para los empleados. Desde el estrés laboral y el agotamiento hasta una drástica reducción en la productividad, aumento de errores, ansiedad, depresión, conflictos con colegas y un ambiente laboral tenso.
Es común que aquellos empleados con una carga de trabajo abrumadora recurran a jornadas laborales prolongadas y constantes horas extras, privándose así de períodos de descanso necesarios para desconectar del trabajo.
En el ámbito de la Prevención de Riesgos Laborales, tanto la carga física como mental se relacionan directamente con riesgos psicosociales, ansiedad, estrés y depresión, siendo crucial abordar estos aspectos.
Para evaluar la carga de trabajo, se emplean varios indicadores comunes en las empresas:
Escala de Cooper – Harper: Evalúa la dificultad del trabajo en una escala del 0 al 10, aunque su subjetividad puede ser un desafío.
Swat (Subjective Assessment Technique): Considera el tiempo, el esfuerzo mental y el estrés que implica la carga de trabajo.
NASA-TLX (Task Load Index): Similar al anterior, pero incorpora el rendimiento y el nivel de frustración.
Workload Profile: Evalúa la cantidad de recursos necesarios, vinculados con la carga mental.
Para comprender la carga de trabajo, se recurre a indicadores como la descripción del puesto, el organigrama de la empresa y la evaluación del desempeño. Estos elementos proporcionan información valiosa sobre las tareas laborales, los objetivos del puesto, la estructura jerárquica y la gestión del volumen de trabajo por parte de los empleados.
El síndrome de burnout puede pasar desapercibido. Si le das tiempo suficiente, los síntomas pueden acumularse y afectar el bienestar y la salud mental del resto de los integrantes del equipo. La mejor manera de garantizar que tus compañeros de trabajo no lo padezcan es detectándolo antes de que se produzca. Para esto existe la gestión de recursos.
Las herramientas para gestión de recursos te ofrecen la posibilidad de ver la carga laboral del equipo. Obtén un panorama completo de la capacidad productiva de cada uno y redistribuye el trabajo si es necesario. Estas herramientas son útiles para evitar el síndrome de burnout y, a la vez, garantizar que se haga el trabajo correcto en el momento adecuado.
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