Presentamos la versión de noviembre 2024 de Asana. Descubre las novedades.Explorar ahora
Hay diferentes tipos de objetivos para los diferentes aspectos del trabajo y la vida. En este artículo, veremos siete tipos diferentes de objetivos divididos en dos categorías: objetivos basados en el tiempo y objetivos profesionales. Descubre cada tipo de objetivo, sus beneficios y cuándo utilizarlos.
¿Por qué establecemos objetivos? En cierto sentido, establecemos objetivos para medir los logros. Pero en realidad, establecer objetivos es una forma de cambiar nuestros comportamientos. Si establecemos un objetivo para terminar un proyecto, desarrollar un nuevo hábito u obtener un ascenso, estamos sentando las bases para las cosas que queremos cambiar.
Establecer objetivos es un proceso personalizado, por lo que tu enfoque probablemente diferirá del de tus colegas. Así como existen diferentes formas de establecer y alcanzar tus objetivos, también existen diferentes tipos de objetivos para diferentes áreas de tu vida. Saber cuándo usar cada tipo de objetivo puede ayudarte a mantenerte organizado y enfocado en todo aquello que quieras lograr.
Los objetivos son declaraciones que describen un logro que deseas alcanzar. Dicho de otra manera, los objetivos definen los detalles de tus ambiciones. Son importantes en todos los aspectos de la vida y el trabajo, ya sea que quieras mejorar en lo personal o desarrollar habilidades profesionales.
Pero debido a que se usan de manera tan diferente, necesitas diferentes tipos de objetivos para los diferentes logros que deseas alcanzar. Por ejemplo, puedes utilizar objetivos a corto plazo para la gestión de proyectos, ya que este tipo de objetivo se puede llevar a la práctica y funciona mejor con entregables basados en tareas.
Para proyectos, ideas o ambiciones más grandes, también necesitas objetivos más grandes. Estos pueden ser objetivos cualitativos, como la visión de la empresa a largo plazo, u objetivos cuantitativos, como la cantidad de dinero que deseas ahorrar para cuando te retires. Independientemente de lo que hagas, hay muchos tipos de objetivos que puedes utilizar para asegurar el progreso de tus proyectos, de tu empresa o incluso de tu vida.
En este artículo, profundizaremos en los tipos de objetivos que puedes establecer para impulsar tu desarrollo personal y profesional. Si estás buscando metodologías comunes de establecimiento de objetivos para la empresa y de objetivos comerciales, consulta lo siguiente:
Aquí hemos dividido estos siete tipos de objetivos en dos categorías: objetivos basados en el tiempo y objetivos profesionales.
Los objetivos basados en el tiempo se establecen en una línea de tiempo. Son de duración limitada, con una fecha de inicio y una fecha de finalización, aunque el marco de tiempo real puede variar bastante. Algunos objetivos basados en el tiempo pueden ayudarte a finalizar tareas la próxima semana, mientras que otros pueden ser principios rectores que aplicarás a lo largo de tu vida. Independientemente de este aspecto, los objetivos basados en el tiempo siempre tienen una fecha límite, sin importar qué tan lejano en el tiempo sea.
Veamos tres tipos de objetivos basados en el tiempo y cómo usarlos.
Los objetivos a largo plazo son aquellos que se extienden durante un período de tiempo más largo. Suelen apuntar a ambiciones más grandes, como lanzar un nuevo producto o servicio. Pero también puedes usarlos para lograr objetivos más prácticos de tus proyectos o de tu equipo.
Igualmente necesitas un marco de tiempo para estos objetivos, pero en lugar de alcanzarlos dentro de las próximas semanas, normalmente establecerás fechas límite para dentro de muchos meses o años para estos objetivos a largo plazo. En el caso de los objetivos grandes, complicados y audaces (BHAG), un tipo de objetivo a largo plazo, necesitarás incluso más tiempo: entre 10 y 25 años.
Ejemplos de objetivos a largo plazo:
Incorporar 2000 empleados nuevos durante los próximos tres años.
Practicar hablar en público ofreciéndote como voluntario para dar cinco presentaciones este año.
Triplicar la cantidad de dinero que ahorras para cuando te retires durante los próximos cinco años.
Como puedes ver, los objetivos a largo plazo son específicos, pero no tienen secuencias de acciones asociadas a ellos. Ahí es donde los objetivos a corto plazo entran en acción: te permiten dividir estos objetivos más grandes en tareas más manejables. Necesitarás los objetivos a largo y corto plazo en conjunto. Si los usas juntos, puedes organizar tus ambiciones y alcanzarlas.
Lee: Cómo lograr grandes resultados con objetivos a largo plazoLos objetivos a corto plazo son los detalles más finos del proceso mediante el cual estableces tus objetivos. Úsalos para desglosar grandes objetivos en tareas alcanzables y medibles. A veces, es difícil imaginar lo que sucederá la próxima semana y ni hablar del próximo año. Los objetivos a corto plazo pueden hacer que los objetivos a largo plazo se sientan menos abrumadores.
Piensa en estos como objetivos orientados a los resultados, como aprender una nueva habilidad o finalizar un proyecto.
Ejemplos de objetivos a corto plazo:
Crear una lista de verificación para planificación de eventos reutilizable este trimestre.
Completar tres niveles de clases de francés en mi aplicación de idiomas antes de visitar Francia el próximo mes.
Crear un fondo de emergencia de 3 meses reservando $500 al mes durante los próximos seis meses.
Ten en cuenta que todos estos deben conectarse a objetivos más grandes para tener un impacto real. Por ejemplo, las clases de francés podrían estar conectadas a un objetivo más amplio que sería adquirir fluidez. O puedes vincular el objetivo de la lista de verificación para planificación de eventos con el objetivo continuo de optimizar el flujo de trabajo de planificación de eventos.
Lee: La importancia de definir objetivos a corto plazo (con ejemplos)Comprar la casa en la colina. Convertirte en vicepresidente de marketing. Por su naturaleza, los objetivos de vida son más parecidos a sueños. Son tus visiones más grandes y audaces con respecto a ti mismo. Puesto así, pueden parecer irrelevantes, pero estos objetivos ambiciosos son en realidad una forma maravillosa de diseñar planes sobre cómo quieres que tu vida se vea, se sienta y sea a lo largo de los años. A diferencia de otros objetivos basados en el tiempo, es posible que no logres tus objetivos de vida. Pero su propósito es un poco más filosófico: los objetivos de vida te ayudan a mantenerte en sintonía con lo que te apasiona y con los valores profundos de la vida, ya sea que los alcances o no.
Ejemplos de objetivos de vida:
Retirarte como millonario.
Lanzar una start-up.
Escribir tus memorias.
Observa cuán ambiguos son estos objetivos. En casi todos los demás tipos de objetivos, te conviene que sean específicos y medibles. Los objetivos de vida no necesitan la misma estructura, aunque los objetivos que crees para apoyarlos sí la necesitan. Por ejemplo, si quieres retirarte como millonario, puedes establecer objetivos financieros anuales, trimestrales y mensuales que te permitan hacerlo.
Los objetivos profesionales son los que estableces específicamente para obtener resultados profesionales. Pueden centrarse en tus logros directos (es decir, objetivos de rendimiento) o pueden ser objetivos comerciales más amplios. Los objetivos profesionales pueden describir logros personales, como dónde y cómo quieres trabajar, pero también se utilizan en toda la empresa para mantener a los empleados alineados con lo que la empresa quiere lograr. Echa un vistazo a los cuatro tipos más comunes de objetivos profesionales y a los ejemplos de cada uno de ellos.
Los objetivos laborales se utilizan para mejorar el desempeño, el puesto o los resultados en el lugar de trabajo. Algunos de estos pueden ser personales, como obtener un ascenso, mientras que otros pueden centrarse en entregables. Los objetivos laborales tienden a ser individuales, aunque pueden requerir la ayuda de tu equipo.
Ejemplos de objetivos laborales:
Convertirte en gerente de personal para fines del próximo año.
Automatizar los informes para las actualizaciones de estado trimestrales en el segundo trimestre.
Aprobar el examen de codificación de nivel inicial este mes.
Los objetivos financieros pueden ser tanto personales como profesionales. Tus objetivos financieros profesionales generalmente se centrarán en el salario y los beneficios. A menudo, estos objetivos apuntan a los números que deseas alcanzar. Pero también puedes establecer objetivos financieros para mejorar ciertas habilidades relacionadas con tu trabajo o aumentar tu nivel de educación, lo que puede ayudarte a obtener un salario más alto.
Ejemplos de objetivos financieros profesionales:
Practicar habilidades de negociación con un compañero de trabajo una vez a la semana durante un año.
Alcanzar las seis cifras en los próximos cinco años.
Llegar a donar el 5 % de mi salario anual para fines del próximo año.
Estos son objetivos de toda la empresa que ayudan a estructurar tu equipo y los objetivos de trabajo individuales. Los objetivos empresariales suelen ser mucho más amplios que los objetivos profesionales individuales y pueden basarse en el tiempo o en declaraciones más generales para guiar el lugar de trabajo. A menudo, creas tareas y objetivos concretos que están asociados a objetivos más amplios e iniciativas estratégicas de la empresa.
Ejemplos de objetivos empresariales:
Construir un equipo diverso que represente a las ciudades en las que trabajamos durante los próximos 10 años.
Aumentar la retención de clientes en un 10 % interanual, durante tres años consecutivos.
Crear una cultura de trabajo híbrido antes de regresar al trabajo presencial el próximo trimestre.
Los objetivos intermedios son aquellos que te ayudan a lograr otros objetivos. Tanto los objetivos a corto plazo como a largo plazo suelen ser objetivos intermedios porque a menudo están vinculados a objetivos aún más amplios, como los OKR anuales. Del mismo modo, muchos de tus objetivos profesionales también serán intermedios.
Ejemplos de objetivos intermedios y su contraparte más amplia:
Objetivo amplio: reducir el gasto en los próximos tres años. Objetivo intermedio: realizar un seguimiento del presupuesto mensual durante el próximo año.
Objetivo amplio: optimizar nuestro proceso de incorporación disminuyendo la cantidad de pasos para fin de año. Objetivo intermedio: crear una lista de verificación de incorporación de empleados este mes.
Objetivo amplio: planear un retiro de la empresa este año. Objetivo intermedio: llamar a 12 lugares para conocer su disponibilidad esta semana.
Los objetivos de desarrollo personal se complementan con los objetivos que estableces para el trabajo. Pueden entrar en muchas categorías, incluidas las siguientes:
Objetivos espirituales
Objetivos educativos
Objetivos orientados a las relaciones
Objetivos de salud física o estado físico
Si bien estos no están directamente relacionados con los objetivos laborales a gran escala, la mejora en tu vida personal puede extenderse al lugar de trabajo. Por ejemplo, mejorar tus habilidades de escucha activa puede beneficiar tus relaciones personales y convertirte en un mejor líder de equipo.
La forma en que establezcas tus objetivos determinará qué tan efectivos son. La mayoría de las veces, te convendrá tener algún tipo de estructura cuando establezcas tus objetivos. De otro modo, el trabajo podrá parecer aleatorio o insatisfactorio, lo contrario de cómo deberían hacerte sentir los objetivos. Establecer y alcanzar objetivos debe ser una experiencia gratificante, una que te llene de un sentido de propósito e incluso de alegría. Y todo comienza con algunos consejos y mejores prácticas para establecer objetivos.
Establecer objetivos es un proceso metódico. Separa una cantidad considerable de tiempo la primera vez que establezcas objetivos, pero ten en cuenta que puedes volver a consultar estos consejos cada vez que quieras establecer más objetivos. Eventualmente, puedes desarrollar procesos y flujos de trabajo que te ayuden a establecer objetivos para cada aspecto de tu vida.
Cuanto más específicos y medibles sean tus objetivos, más fácil será dar seguimiento a tu progreso y, en última instancia, alcanzarlos. Usa el marco de objetivos SMART para que tus objetivos sean:
Específicos
Medibles
Alcanzables
Realistas
De duración limitada
Esto no se aplicará a todos los tipos de objetivos (por ejemplo, no es necesario que los objetivos de vida sean SMART), pero sí se aplicará a la mayoría de los demás.
Técnicamente, los objetivos pueden ser cuantitativos (medibles) o cualitativos. Los objetivos cuantitativos son más fáciles de evaluar y de dar seguimiento. Por ejemplo, si estableces un objetivo cuantitativo para aumentar las ventas en un 5 % este mes, sabes exactamente cómo determinar si lo lograste o no. Por otro lado, los objetivos cualitativos como “tener más éxito” pueden ser ambiguos y difíciles de medir. ¿Qué significa el éxito en este caso y cómo sabrás cuándo lo alcanzaste?
Dicho esto, a veces los objetivos cualitativos son útiles. Por ejemplo, si quieres establecer un objetivo general más amplio para que los empleados sean más felices en el trabajo. Esto es algo útil a lo que apuntar, y puedes adjuntarle objetivos cuantitativos para trabajar en pos de un lugar de trabajo más feliz.
En general, establecer y alcanzar objetivos es una experiencia gratificante y positiva. Pero hay un punto de inflexión en el que demasiados objetivos pueden tener un impacto negativo en tu persona y en tu trabajo. El efecto de establecer demasiados objetivos es similar a crear una lista de tareas pendientes demasiado larga: es abrumador. Es conveniente lograr un equilibrio entre agregar suficientes objetivos para que tu trabajo se sienta estructurado y no agregar tantos que parezca imposible lograrlos todos. Además, si siempre estás persiguiendo algo, no tendrás el tiempo ni el espacio para disfrutar de lo que ya has logrado.
Neale Donald Walsch escribió: “La vida comienza al final de tu zona de confort”. Los objetivos te ayudan a superar tu zona de confort y llegar al punto en donde puedes crecer y mejorar. La mayoría de nosotros usaremos una combinación de estos tipos de objetivos para perseguir sueños, construir un mejor lugar de trabajo y descubrir cómo mejorar nuestro desempeño. Si establecer objetivos es algo nuevo para ti, no te preocupes. Simplemente elige un tipo de objetivo y comienza.
Establecer objetivos y darles seguimiento puede volverse complicado a medida que tu equipo crece. Para mantener los proyectos en marcha, usa un sistema para establecer objetivos que se adapte a ti y a tu trabajo. Da seguimiento a tus objetivos y mídelos en el mismo espacio en el que trabajas, con Asana.
Define y alcanza los objetivos con Asana