Un día por salud mental es exactamente lo que parece: un día para descansar, recargar energías y priorizar tu salud mental. Si bien puede sonar intimidante, en particular en las empresas que se pretende hacer más con menos, una buena salud mental es vital para ser productivo y obtener excelentes resultados en el trabajo. A continuación, analizaremos cuándo y por qué puede ser conveniente tomarse un día por salud mental, y cómo abordar el tema en el trabajo.
Piensa en la última vez que te sentiste desbordado o que habías llegado a tu tope en el trabajo. ¿Cómo te sentías? ¿Te resultaba difícil concentrarte? ¿Procrastinabas en vez de ocuparte de tus tareas? ¿La ansiedad persistía fuera del horario laboral?
Ahora, piensa en qué hiciste cuando te sentías así. ¿Simplemente, seguiste adelante, a pesar de no sentirte bien ni rendir de la mejor manera? Si esa es tu reacción al estrés laboral, no estás solo: en una investigación se halló que el 40 % de todos los trabajadores considera que el agotamiento, conocido como burnout, es inevitable para tener éxito.
Con demasiada frecuencia, nos sentimos forzados a soportar nuestras ansiedades para no entorpecer el crecimiento de nuestras carreras. En particular, cuando en las empresas se pretende hacer más con menos. Pero si no priorizas tu salud mental, no es posible trabajar bien. De hecho, “soportar” algo mentalmente puede afectar negativamente al negocio, ya que baja la moral del equipo, se producen ineficiencias en la comunicación y, en definitiva, se terminan cometiendo más errores.
Entonces, ¿qué puedes hacer para priorizar tu salud mental en el trabajo y, a la vez, mantener el foco en el desempeño laboral? Una de las medidas es tomarte días de licencia por salud mental.
Tal como lo sugiere el nombre, un día por salud mental es un día que te tomas de licencia específicamente para relajarte y recargar energías. El propósito del día por salud mental es tomarte el tiempo necesario para darte un descanso y priorizar tu bienestar, algo que es particularmente importante cuando el estrés y la ansiedad prevalecen.
La respuesta es muy simple, muchos de nosotros hemos batallado durante mucho tiempo con afecciones relacionadas a la salud mental como el agotamiento y la sobrecarga de trabajo. Ante el aumento de las notificaciones, el esfuerzo por lograr un equilibrio entre el trabajo y el hogar, y las cambiantes condiciones macroeconómicas, los trabajadores luchan por subsistir. Casi uno de cada cuatro trabajadores padece agotamiento cuatro o más veces por año; y el 42 % dice haber sufrido el síndrome del impostor y agotamiento a la vez. El resultado es una fuerza laboral menos participativa y comprometida, y más propensa a cometer errores.
Si bien es cierto que los días por salud mental tampoco son la solución para las condiciones de fondo que afectan a la salud mental en el trabajo, pueden brindar a los trabajadores el tiempo necesario para desestresarse, recomponerse y priorizarse a sí mismos. En algunas empresas hay recursos exclusivamente destinados para los días por salud mental, pero si en la tuya no los hay, está bien, siempre puedes tomarte un día por enfermedad en vez del día por salud mental que necesitas.
Profundicemos un poco acerca de cuándo y por qué te tomarías un día por salud mental, y también sobre cómo abordar el tema con tu gerente.
La verdad es que no hay una regla fija en torno a cuándo deberías tomarte un día libre para tu salud mental. En general, si estás sufriendo más estrés o ansiedad laboral que afectan tu habilidad para funcionar y concentrarte en el trabajo, probablemente te convenga controlar tu salud mental y considerar tomarte un día libre.
Entonces, ¿cuál sería la respuesta a cuándo deberías tomarte un día por salud mental? Tan solo cuando lo necesites. Aquí compartimos algunos signos que indicarían que debes tomarte un día libre para priorizar tu salud mental:
La falta de motivación en el trabajo
La disminución en la productividad sin causa externa
La dificultad para concentrarte y mantener la concentración
Síntomas físicos, como dolores de cabeza o fatiga
Dificultades para dormir
Cambios de humor, incluidos el aumento de la frustración y la irritabilidad
Aumento de los pensamientos negativos acerca del trabajo o de tu empleador
Frustración o fastidio dirigidos a otros colegas
Cuando padeces una enfermedad física, no hace falta pensarlo tanto, te tomas un día libre. Después de todo, resultaría complicado alcanzar objetivos o cumplir bien tu rol con terribles dolores de cabeza o con fiebre. Si bien no siempre te sentirás así, tomarte un día por salud mental es lo mismo. Los días por salud mental te ofrecen el tiempo que necesitas para centrarte en ti mismo y recargar energías; de este modo, podrás transformarte en definitiva en el miembro más productivo del equipo y elaborar trabajos excelentes que logren un gran impacto.
Los días por salud mental te servirán para lo siguiente:
Hacer una pausa, descansar y recargar energías
Volver al trabajo con más fuerzas y menos ansiedad
Mejorar tu productividad y creatividad en el trabajo
Recomponer tu perspectiva y volver a enfocarte
Reflexionar acerca de qué te causa tanto estrés y hallar soluciones
Reducir el estrés y el agotamiento. Además de combatir el impacto negativo del estrés laboral, como los plazos que se pasan por alto o los bajos niveles de participación y compromiso
Ahora que sabes cuándo y por qué deberías tomarte un día por salud mental, es hora de centrarte en uno de los aspectos que puede resultar complicado abordar: cómo tomarte el día libre por salud mental; específicamente, cómo hablar con tu gerente acerca del tema.
Si te preocupa saber cómo abordar el tema de la salud mental en el trabajo, no eres la única persona a la que le sucede esto. El estigma que hay en torno a la salud mental en el trabajo puede despertar dudas con respecto a las represalias, conscientes o inconscientes, que puede causar hablar abiertamente sobre el tema. Es natural sentir inquietud debido a que una conversación al respecto podría afectar las asignaciones de trabajos o que podría tomarse como indicador de que tu desempeño laboral se ha visto afectado. En particular, en los casos de empresas resultadistas en las que se prioriza hacer más con menos.
Si bien se han producido avances en torno a tomar el tema con normalidad; si no sientes la comodidad suficiente como para hablar de tus dificultades relacionadas con la salud mental en el trabajo, no tienes por qué hacerlo. Veamos, entonces, cómo tomarte un día en el trabajo por tu salud mental de la manera en la que te sientas más a gusto.
Algunas empresas tienen políticas que permiten tomarse días libres específicamente por salud mental, pero otras no tienen recursos exclusivos para el tema. Es decir, probablemente sigas los mismos procedimientos que para tomar un día por enfermedad o algún otro día libre de tus licencias pagas (PTO).
Cuando hables con tu gerente, lo primero que debes recordar es que tú tienes el control. No tienes la obligación de decirle a tu gerente por qué te tomas el día. Si sientes la comodidad suficiente como para revelar tu necesidad de tomarte un día libre para tu salud mental, mejor, ya que hacerlo te ayudará a minimizar el estigma que existe en torno a la salud mental en el trabajo y ayudará a generar una cultura transparente y abierta. También les daría a tu gerente y a ti la oportunidad de hablar sobre las diferentes opciones para priorizar tu salud mental en el trabajo, reduciendo las posibilidades de que los efectos se prolonguen en el tiempo y causen afecciones como el agotamiento.
Más allá de lo que decidas, a continuación compartimos algunos consejos sobre cómo comunicarte con tu gerente.
Si no sientes la seguridad suficiente como para revelar tu necesidad de tomarte un día por salud mental, no hace falta que lo hagas. Simplemente, habla del mismo modo en que lo haces para tomarte un día por enfermedad o dile a tu empleador que necesitas tomarte un día libre por asuntos personales.
Si, por el contrario, sí sientes la seguridad suficiente como para revelar tu necesidad de tomarte un día por salud mental, habla abiertamente con tu gerente sobre por qué lo necesitas y cómo pueden trabajar juntos para estar en una mejor situación cuando regreses. Aquí te compartimos algunos consejos para que las comunicaciones sean efectivas:
Plantea la conversación en torno al impacto negativo de los problemas de salud mental en el trabajo; como la posible disminución de la productividad o el incumplimiento de los plazos. También habla sobre tu deseo de hallar una solución tanto para ti como para la compañía.
Habla sobre los beneficios respaldados por investigaciones que ofrecen tomarse un día libre por salud mental. Trabajen para entender juntos de qué manera la priorización de la salud mental beneficiará también a otros trabajadores y a la organización.
Después de tomarte el día por salud mental analícenlo para detectar las soluciones beneficiosas para ambas partes que prioricen la salud mental más allá de estos días libres específicos por salud mental. Evalúen temas como el de poner límites al trabajo y de trabajar con objetivos realistas.
Una vez que tengas resuelto el tema del permiso para el día libre en el trabajo, será el momento de tomártelo. El día por salud mental es tuyo y tu único objetivo es descansar, recargar energías y desestresarte. Entonces, lo que hagas ese día para lograr estos objetivos dependerá de lo que tú consideres más apropiado. A continuación, compartimos algunas ideas sobre qué podrías hacer el día libre por salud mental, dependiendo de cómo te guste relajarte y aliviar el estrés:
Ponerte al día con todo lo que necesitas dormir.
Desenchufarte: descansar de las redes sociales, los emails y de otras tecnologías que te causan estrés.
Date el gusto con actividades de cuidado personal, como un masaje, un baño de inmersión o leer.
Pasa algo de tiempo con amigos, con la familia, con tus seres queridos.
Pasa tiempo al aire libre, sal a caminar, a hacer senderismo o a pasear en bicicleta.
Participa en actividades para reducir el estrés como la respiración profunda, la meditación, clases de yoga o escribir.
Escucha un pódcast o tírate en el sofá y mira una película.
Cocina una comida saludable, ve al restaurante que más te gusta o toma un café con un amigo.
Explora el vecindario y conoce alguna tienda o bar nuevos.
Enciende una vela, inicia un proyecto de arte u ordena la casa.
No hagas nada: pasa todo el día en la cama o sin programar nada en particular.
Aunque es cierto que tomarse un día por salud mental resulta muy útil, cuando el estrés es demasiado o aún te cuesta concentrarte; definitivamente, no se trata de una solución a largo plazo para los problemas laborales que afectan a la salud mental. Un solo día libre no solucionará los factores de estrés preponderantes y subyacentes como las expectativas poco claras o poco realistas, la falta de respaldo de la gerencia o las cargas de trabajo demasiado demandantes.
Si después de haberte tomado el día por salud mental aún sientes demasiado estrés o agobio, tal vez sea una señal de que hay problemas más profundos de los que haya que ocuparse. Aquí te contamos qué puedes hacer si un solo día de licencia dedicado a tu salud mental no es suficiente.
Si eres un colaborador individual, céntrate en las estrategias que te pueden ayudar a reducir la ansiedad en el trabajo, como las siguientes:
Hablar con tu gerente sobre tu cantidad de trabajo y sobre las posibilidades de reasignar recursos.
Aplicar buenas técnicas para la gestión del tiempo.
Determinar límites claros para el trabajo, como establecer horarios específicos de “entrada” y “salida” para el trabajo, y también aprender a decir que no en el trabajo.
Solicitar recursos a la empresa, como cursos de coaching o para desarrollo profesional.
Delegar trabajos siempre que sea posible.
Consultar a un profesional de la salud siempre que los síntomas se vuelvan incontrolables.
Si eres un gerente o ejecutivo, céntrate en las estrategias que creen una cultura trasparente y ayuda a que los empleados sientan la comodidad suficiente como para priorizar su salud mental y hablar sobre el tema. A continuación, algunas de estas estrategias:
Liderar con el ejemplo y mostrar comportamientos laborales correctos como los de respetar los límites del horario de trabajo o tomarse tiempo libre.
Desarrollar una cultura corporativa que respalde a la salud mental mediante la creación de grupos de recursos para empleados (ERG) y ofreciendo atención médica con este enfoque.
Reconocer que los distintos grupos demográficos sufren diferentes inconvenientes relacionados con la salud mental y brindarles el respaldo necesario a través de capacitaciones sobre sensibilidad e invertir en diversidad, inclusión y pertenencia.
Actuar como aliados y romper con el estigma que se genera en torno a la salud mental en el trabajo mediante la facilitación de conversaciones abiertas y hablando sobre la propia salud mental, si te sientes cómodo.
Ser líder con empatía. Consulta regularmente a los empleados en qué estado se encuentran con respecto a la salud mental y pregúntales cómo creen que podrías brindarles un mayor respaldo y soluciones.
La priorización de la salud mental en el trabajo no es sencilla, pero es importante. Los trabajadores que se permiten poner límites al trabajo y centrarse en su bienestar, a la larga, son quienes producen los mejores trabajos. Si tienes problemas relacionados con la salud mental en el trabajo, eres una persona más entre tantas. Pero hay recursos para revertirlo y esperanzas. Tomarse un día por salud mental es el primer paso para enfocarte en lo que necesitas para lograr una buena salud mental en el trabajo.
Hoy, más que nunca, el bienestar de los empleados es absolutamente importante. En vez de intentar abarcar más de lo que puedes (o de lo que puede el equipo) con recursos limitados y una larga lista de tareas pendientes, piensa en cómo simplificar y priorizar el trabajo para centrarte en lo que realmente importa. Las herramientas para gestión del trabajo te ayudarán a priorizar tareas, gestionar el tiempo, cumplir con las fechas de entrega y colaborar con distintos departamentos, a fin de producir los trabajos más eficientes y obtener los mejores resultados.
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